Sin lugar a dudas la careta o máscara de madera es el elemento que nos permite participar o no en la danza del Pochó, ya que, el cojoe sin la careta no es nadie.
En la actualidad, existe una gran variedad, hay para todos los gustos, diferentes tamaños, formas, colores, etc. Pero sin duda, la tendencia de estos últimos carnavales es lo "tradicional" las caretas rústicas, deformes, sin color, sin barniz transparente, sin lijar, con facciones grotescas o exageradas.
Hoy en día, algunas personas se dedican a elaborarlas y en muchos casos es esta actividad su única fuente de empleo.
Rubicel Parra Mosqueda es artesano y tiene su domicilio en el ejido Chaculji, en Tenosique, Tabasco. Y desde los 12 años aprendió de su padre don Ruben Parra a tallar las máscaras de modernas (con rasgos normales), pero su dedicación, esfuerzo y sus deseos de crecer lo llevaron a participar en concursos a nivel estatal ganando dos años consecutivos segundo y tercer lugar, así como premios con piezas únicas que le han servido para mejorar sus trabajos y traernos de regreso las máscaras tradicionales. Aquí una muestra del trabajo que realiza. Para mayores informes les dejo su número: 934 123 71 43.
